Dice la tradición que quien no conoce su pasado está obligado a repetirlo. Una de las principales razones por las que es importante aprender historia es evaluar las experiencias del pasado y evitar cometer los mismos errores de otras generaciones. Es uno de los principios que han guiado al historiador mayagüezano Juan Conde a ir haciendo acopio de gran cantidad de documentación, fotografías y artículos de nuestro pasado, que nos cuentan, sin hablar, de lo vivido en otras épocas y que en ocasiones resultan sorprendentes para las nuevas generaciones.
Dicho principio se evidencia en la muestra que Conde presenta en la Sala de Exposiciones del Centro de Bellas Artes de Aguada, denominada ‘Nuestros próceres: valerosos y distinguidos que desarrollaron los tiempos’, que está disponible con entrada libre hasta finales de marzo. En las facilidades se atiende público de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 4:30 de la tarde. Para acceder los fines de semana, se realizan arreglos para grupos con cita previa en el 787-252-2238. “Esta exposición la hacemos en celebración del tercer lunes de febrero de cada año, el cual se conoce cómo ‘Día de las Mujeres y Hombres Próceres de Puerto Rico’, y es una gran oportunidad particularmente para que estudiantes y maestros puedan tener acceso a documentación y fotos nunca antes vistas”, señala Conde.
Esta es la tercera exposición del también coleccionista y la segunda realizada en el Centro de Bellas Artes de Aguada. La primera estuvo dedicada a mostrar las realidades de la esclavitud en Puerto Rico. Particularmente comentado fue la presentación de unas cadenas usadas en las antiguas haciendas de la zona oeste para mantener a los esclavos bajo control. La labor de seleccionar piezas y documentación con valor histórico nace de la pasión por aprender por el pasado, pero está bajo el beneficio de haber cursado una maestría por parte de Conde, lo que le llevó incluso a viajar a España para tener acceso al ya famoso Archivo de Indias en la ciudad de Sevilla.
“Con relación a esta exposición ‘Nuestros próceres: valerosos y distinguidos que desarrollaron los tiempos’, tenemos una pieza muy particular y es una ley aprobada para el Puerto Rico colonial, firmado por la Reina Isabel II de Castilla. La misma muestra la forma en que se hacía en aquellos tiempos, simplemente dejando por escrito ‘Yo, la Reina’, lo que era suficiente para que fuera un documento oficial. También presentamos una carta, que es la primera vez que se presenta en público, de Doña Lola Rodríguez de Tió, de 1919, dirigida a su amiga María, donde se sincera y le admite sus males físicos e incluso morales. Ya para aquella época Doña Lola intuía que su final estaba cerca. De hecho, falleció en 1924 en La Habana”, detalla Conde.
Su nombre completo es Dolores Rodríguez de Astudillo y Ponce de León, quien fue una poeta y periodista. Es una de las principales figuras de la literatura y de la vida política de Puerto Rico. Su mayor inspiración fue la libertad de su patria y de hecho, se reconoce como la escritora de la versión revolucionaria de La Borinqueña.
Otra de las piezas de gran significado histórico es una carta manuscrita del político y escritor Salvador Brau, donde le deja saber a su hermano Fermín que es importante que prometa su libro de poemas denominado ‘Hojas Caídas’. “Brau era realmente un adelantado para la época. En junio de 1854, a los 14 años, ya se había graduado de la Real Academia de las Buenas Letras, fundada por el General Pezuela y desde joven demostró un serio compromiso con la educación. Aprendió francés con Ramón Emeterio Betances y fue fundador del Círculo Popular de Enseñanza. A los 16 años trabajaba en la contabilidad de un comercio de su pueblo. A los 23 años se desempeñó como Secretario de la Junta de Instrucción de Cabo Rojo”.
Conde invita a todos los interesados en la historia a visitar la exposición en el Centro de Bellas Artes de Aguada, para conocer un poco más del acervo cultural puertorriqueño. “Muchas de las situaciones que hoy vivimos en Puerto Rico se pueden explicar o entender cuando sabemos la historia, así que esta es una ciencia viva que todos debemos disfrutar”, finalizó.
