Los avances tecnológicos nos sorprenden cada día más. Recientemente, se celebró en el continente asiático una de las conferencias de inteligencia artificial más importantes del mundo. En la actividad participaron alrededor de 169 empresas dedicadas al mundo de la robótica para presentar sus principales proyectos. La combinación de robots con inteligencia artificial fue el centro de atención del encuentro.
Allí varios humanoides hicieron su debut. Estos además de llamar la atención, impresionaron a todos. Estos robots, definidos como aquellos que tienen forma o características del ser humano, se asemejan cada vez más a los seres humanos. Tal es su similitud que, en uno de los exhibidores, se presentó lo que durante un momento muchos pensaron era el CEO de la empresa. Sin embargo, se equivocaron: era un humanoide. Luego de oservar con detenimiento, los asistentes identificaron elementos particulares como un andar diferente y poco parpadeo, lo que les permitió descubrir que era un robot.
Cuando reviso las noticias de lo ocurrido durante la convención, me emociona conocer los avances tecnológicos, aunque confieso que también me asustan. Uno de los humanoides presentados tiene inteligencia artificial integrada, lo que significa que dentro del robot existe un ChatGPT. Esto le permite realizar trabajos específicos mientras puede tener un intercambio de comunicación. Aunque el propósito de estos robots se aleja de sustituir a los humanos, podrían tener un impacto significativo en las empresas, en las habilidades de socialización y en la ocupación de empleos.
Hasta el momento, los humanoides creados contribuyen a la realización de tareas, especialmente en el área de manufactura. La mayoría de estas representan un peligro para los humanos, lo que parece conveniente y necesario. Este planteamiento abre la puerta a una discusión más profunda sobre el tema sin embargo, abordaremos el mismo en otra columna.
Los avances tecnológicos son tan significativos que los robots comienzan a verse en variedad de roles, desde baristas hasta trabajos de producción. Se dice, y me encantaría ser de las primeras en tener uno, que los robots se integrarán a las tareas del hogar para realizar labores como limpiar y cocinar. Esto resulta fascinante. Sin embargo, al mirar hacia el futuro, me preocupa cómo estos humanoides convivirán con los seres humanos.
Imagine estar en un centro comercial y tener que esforzarse para distinguir si interactúa con un ser humano o con un humanoide. En mi opinión, contar con la posibilidad de tener estos podría ser beneficioso en escenarios donde adultos mayores se encuentran solos. Estos robots podrían colaborar en tareas específicas y gracias a su apariencia humana, podrían ayudar a reducir el sentimiento de soledad que experimentan muchas personas.
Opino que los humanoides pueden mejorar la oferta de bienes y servicios, aunque aún queda mucho por hacer. Esto incluye desde acostumbrarse a interactuar con un robot de manera más directa hasta desarrollar legislación que regule su uso y manejo. Es esencial trabajar en estos aspectos. Esperemos que el avance en el uso de estos robots sea para el bien de todos.
